1963
Óleo sobre lienzo, 195 x 130,3 cm Munich, Pinakothek der Moderne, Bayerische Staatsgemáldesammlungen

Picasso - El pintor y la modelo

Además del amor, el tema que más dominó en los últimos trabajos de Picasso fue la pintura. El artista español declaró: "La pintura es más fuerte que yo, me hace hacer lo que quiere". El tema fue abordado por el artista en sus diversas interpretaciones y facetas: como momento de la creación y por tanto analizando la relación entre modelo y artista, o en su acepción más genérica, estudiando a los grandes maestros del arte occidental y midiéndose con ellos. Fue probablemente esta última interpretación del término "pintura" lo que indujo a Picasso a replantearse obras maestras como la Crucifixión de Grünewald, Muchachas a la orilla del Sena de Courbet, Las mujeres de Argel de Delacroix, Las meninas de Velázquez y Comida en la hierba de Manet. Esta última en especial muestra a un pintor retratando a la modelo desnuda en un bosque de las afueras de París. Los protagonistas de este cuadro son el pintor y su modelo, separados por el caballete en el que se halla el lienzo y que parece simbolizar un muro que separa dos mundos alejados y distantes. Picasso trata de comprender, a través de las diversas maneras de realizar este asunto en aquellos años, cómo el artista logra trasladar al lienzo una realidad tan cambiante y misteriosa como la del cuerpo humano.