1962
Óleo sobre lienzo, 156 x 114 cm Mougins, Colección Picasso

Picasso - Jacquelíne (Mujer sentada)

Jacqueline es retratada aquí con las piernas cruzadas, rodeando y estrechando entre los brazos una de ellas. La modelo aparecía ya en esta postura en 1954 en Vallauris, pero en un estilo completamente distinto. Si en la obra de 1962 hallamos una vez más formas escultóricas, en la ejecutada en Vallauris la solemnidad de la figura, las formas escuadradas, el perfil limpiamente dibujado y las estrías del vestido coadyuvan a hacer de la modelo una Esfinge moderna. El cuerpo de Jacqueline se plasma en esta obra en una coloración grisnácar similar a los yesos con los que Picasso había trabajado muchos años antes (19301937). La figura, cuyos contornos son minuciosamente definidos por una línea oscura, es representada en la acostumbrada morfología picassiana: perfil y visión frontal se confunden, pies y brazos parecen separados del resto del cuerpo. La piel mórbida y aterciopelada se muestra con precisión merced a una pintura de tonos marfileños, que, sobre todo en algunos puntos, se aclara hasta tornarse casi transparente. La dulzura y la gracia de Jacqueline se revela en la actitud desenvuelta y familiar con que la modelo aprieta la pierna contra su pecho.