1907
Óleo sobre lienzo, 50 x 46 cm Praga, Narodni Galerie Praze

Picasso - Autorretrato

1907 es para Picasso un año decisivo en el que tienen lugar profundas transformaciones en su trayectoria artística. El encuentro con el arte ibérico de la época arcaica y con el primitivo africano, la amistad con Braque, que le había sido presentado por Apollinaire, y la prolongada elaboración del cuadromanifiesto Las señoritas de Aviñón marcarán el final de las anteriores investigaciones sobre la figura humana y el inicio de una nueva concepción espacial.

Este autorretrato representa la fase de transición, en la cual es patente el carácter poco naturalista de los rasgos faciales, como la desproporcionada nariz y los ojos, que fueron descritos por Rousseau, el Aduanero, como semejantes a los de una máscara tribal. La obra fue realizada por Picasso después de haber estudiado una estatuilla comprada en un bistrot de Bougival.

Los primeros contactos con la escultura negra, con el arte así denominado hasta la segunda década del siglo XX y que comprendía obras de África, de la Polinesia y de las islas de Oceanía, se produjeron a través de las frecuentes visitas del artista al museo etnográfico de París. El estudio de las máscaras tribales y de algunas cabezas ibéricas lo llevó a una nueva concepción fundada en la pureza y la simplicidad de las formas.