Año 1877
Óleo sobre lienzo, 172 x 193 cm, San Petersburgo, Museo Estatal de Ermitage

Claude Monet - El estanque de Montgeron

Estre cuadro fue ejecutado para la decoración encargada por los Hoschedé para su residencia de Montgeron. Representa un estanque, en el cual pudo Monet ponerse manos a la obra con su tema predilecto: el agua. Los árboles que se reflejan en el estanque cierran lateralmente el cuadro como si fuesen bastidores. El tono general es luminoso y emana de él una atmósfera de paz y silencio, subrayada por las tonalidades verdedoradas.

En esta etapa, el pintor está todavía centrado en la definición de la complejidad que el gran "libro de la naturaleza" presenta a sus ojos. Trata de descifrarlo mediante un proceso de atento análisis. Sin embargo, gracias a la versatilidad que posee por disposición natural, Monet se sentirá solicitado, en años posteriores, a buscar dentro de sí la clave interpretativa de lo que ve. Paul Valéry resume de manera egregia el proceso de "interiorización" que algunos artistas efectúan en el ámbito de la pintura de paisaje, mientras que otros siguen toda la vida describiendo sin interpretar. "Todo artista tiene sus propias reacciones particulares ante lo visible. Unos se esfuerzan por representar lo más fielmente que puedan cuanto perciben [...] Otros, [...] aunque empiecen como los primeros y generalmente conserven hasta el final la preocupación por el estudio riguroso de los objetos, a los cuales tantas veces vuelven para medir su paciencia v su capacidad de aceptación, desean no obstante hacernos sentir todo lo que sienten delante de la naturaleza y pintarse al pintarla". Monet forma parte indudablemente de esta segunda posibilidad de la profesión artística.