Año hacía 1895
Óleo sobre lienzo, 65 x 54 cm París, Musée de l'Orangerie

Pierre-Auguste Renoir - Gabrielle y Jean

En la década de 1890 y en los primeros años del siglo XX, Renoir dedica muchos cuadros a escenas familiares de las cuales son protagonistas sus hijos, a menudo acompañados por Gabrielle (una prima de su esposa, que había entrado en la casa en 1894 como gobernanta de los niños), la cual será la modelo preferida de los ultimos veinte años de actividad del maestro. Véanse, por ejemplo, obras como Gabrielle, Jean y una niña (1895) , La familia del artista (1896), La comida del niño (1904) y La lección de escritura (1906), en las cuales Renoir retrata con visible simpatía y con sobriedad la figura maternal de la joven mientras juega con los niños.

Con gran sensibilidad se representa al pequeño Jean jugando con Gabrielle; Jean, el futuro director de cine, dejará valiosos recuerdos de su padre, útiles para reconstruir la actividad y la vida del pintor sobre todo en los años de su vejez, durante la cual, a pesar de su pésima salud, Renoir vive una nueva juventud, rodeado de sus hijos pequeños, Gabrielle y la naturaleza mediterránea de Cagnessur Mer. Son fragmentos de especial calidad pictórica la cabeza del niño, los cabellos dorados que reflejan los rayos de luz con sutiles transiciones tonales, las carnaciones rosáceas y las mejillas, que subrayan la impresión de vivacidad y alegría.

Los colores dominantes son el azul del vestido de Gabrielle y el blanco del de Jean; gracias a estos contrastes cromáticos, Renoir logra crear unos planos claramente diferenciables también en este caso se sugiere apenas el fondo sin hacer uso de una preparación de dibujo, que disminuiría la frescura de su impulso pictórico.