Año 1879
Óleo sobre lienzo, 71 x 92 cm París, Musée d'Orsay

Pierre-Auguste Renoir - Retrato de Alphonsine Fournaise

Renoir retrata a Alphonsine, hija de Alphonse Fournaise, propietario de un restaurante en la isla de Chatou, en la misma terraza del local donde al año siguiente pintará El almuerzo de los canotiers (1880-1882). El rostro sereno y despreocupado de la joven se puede reconocer en muchos cuadros de este periodo, como Mujer de azul (1879-1882), Mujer con abanico (1880) y Muchacha sonriente (1880).

La comparación con otros retratos de Alphonsine revela de manera ejemplar la sensibilidad lumínica del pintor, para la cual no parece existir ninguna materia que no cambie de aspecto según la intensidad de la luz a la que es expuesta. En este retrato, los cabellos de la muchacha parecen de un color indefinido entre el castaño claro y el rojo, mientas que en otros cuadros, como Mujer con abanico, son mucho más oscuros.

También en este caso parece Renoir poco interesado en dar consistencia corpórea a las formas y en centrar su atención en delicadas transiciones tonales: la parte inferior del vestido de Alphonsine tiende a fundirse con el mantel y la propia figura femenina quedaría casi amalgamada con el fondo de no ser por el eje horizontal de la balaustrada, que separa claramente el primer plano del fondo del paisaje. El mismo fragmento de paisaje en el fondo se ve el puente ferroviario varias veces representado por Renoir es un ejemplo supremo de la pintura vaporosa del artista; se pone el espectador frente a la consistencia y a la forma de la pincelada, que se convierten en protagonistas de la obra.