Año 1876-1877
Óleo sobrelenzo, 46 x 38 cm París, Musée d'Orsay

Pierre-Auguste Renoir - Retrato de Marguerite Charpentier

Marguerite Charpentier era la esposa de Georges Charpentier, propietario de la editorial Bibliothéque Charpentier. El salón de madame Charpentier es un importante punto de encuentro mundano de la créete del mundo intelectual y político parisiense: sus habituales son Zola, Daudet, Edmond de Goncourt, Flaubert, de los cuales, una vez introducido en el ambiente, recibirá Renoir diversos encargos. En este periodo, pues, el pintor entra en un nuevo medio social, el de sus clientes editores, intelectuales, marchantes de la alta burguesía, a los cuales ofrece con sus retratos una confirmación de su estatus y una tranquilizadora idealización de su vida. Esto procurará a Renoir una situación más acomodada y a su pintura un nuevo tono mundano, lejos de las visiones en plein air de Montmartre.

Em Marguerite Charpentier ve cierto parecido con María Antonieta; en esta obra (expuesta en la tercera muestra de los impresionistas, en 1877) le confiere efectivamente, por la ubicación dominante del rostro y la expresión distanciada, un cierto aire regio.

En el tratamiento pictórico tan diferenciado de las distintas partes, siempre empeñado sin embargo en traducir la impresión sensible de los diversos materiales, Renoir da prueba de un singular virtuosismo pictórico, desde la pintura ligera con colores diluidos en la blusa hasta el modelado preciosista, finamente cincelado con tonos blancos y amarillos de la flor en la solapa de la chaqueta, desde la pintura minuciosamente descriptiva del rostro o de las orejas de la dama hasta la pintura rápida a base de manchas paralelas del fondo. Todos los elementos pictóricos se insertan en un excelente equilibrio compositivo y cromático, y es por este motivo por lo que los valores de Renoir van mucho más allá de la mera contingencia de una maestría técnica.