Año Hacia 1876
Óleo sobre lienzo, 92 x 73 cm Moscú, Museo Pushkin

Pierre-Auguste Renoir - Mujer desnuda sentada

El cuadro, antiguamente en la colección del compositor Émile Chabrier, fue pintado probablemente en el taller de la Rue Saint Georges y es un ejemplo del género que Renoir no abandonará nunca en realidad, aunque en estos años se halla más cerca de Claude Monet y de su estudio de la luz en plein air.

La modelo, Ana, tiene la piel blanca y el cuerpo opulento de las mujeres preferidas del pintor, como Aline Charigot, que luego se convertirá en su esposa. Renoir la capta sentada en una silla y rodeada de telas en un ambiente relativamente oscuro.

El fondo consiste en una acumulación de telas deshechas de color claro que hace destacar aún más el cuerpo de la mujer. La composición está muy estudiada; ella mira más allá del espectador, detrás de éste, en una pose provocadora que oculta parcialmente su desnudez, una actitud que evoca a las mujeres pintadas un siglo antes por Boucher y Fragonard y tiene también en cuenta, en la elegante curvatura de la espalda, a las odaliscas de Ingres y Delacroix.

Muy diferente del preciosismo de los posibles modelos iconográficos es, sin embargo, el cuadro de Renoir: en especial las tonalidades grises y negras del fondo y los blancos, que no lo son en absoluto, de las telas están aplicados con ayuda de la espátula y sin duda se pueden interpretar como lejanos recuerdos de la pintura densa de Courbet.

Ocupa el centro el rostro de la joven: su delicadeza casi de porcelana se debe al blanco puro de las carnaciones (la única parte en la que Renoir decide no mezclarlo con otras tonalidades), que hace resaltar los labios y las mejillas rosadas, mientras, en la organización compositiva del cuadro, la cabeza es la coronación ideal de un triángulo formado por el borde inferior del lienzo, la espalda y los brazos.