Año 1672
Óleo sobre lienzo, 83 x 73 cm Madrid, Museo del Prado

Bartolomé Esteban Murillo - Retrato de Nicolás de Omazur

Durante mucho tiempo se ha identificado este retrato con Nicolás de Omazur, comerciante y poeta flamenco nacido en Amberes en la primera década del siglo y amigo personal de Murillo. Con cierta seguridad, sabemos que el pintor andaluz retrató al mercader y a su esposa en 1672 y que aquél publicó sus primeros poemas en 1661.

Si los datos son correctos, el flamenco tendría cerca de setenta años al posar para el pintor, lo que es desconcertante porque el retratado no aparenta mucho más de cuarenta. Se ha manejado la hipótesis lógica de que la fecha de nacimiento sea errónea o el retrato muy anterior a 1672, lo cual es poco plausible. La explicación más convincente es que el retratado no sea Nicolás de Omazur padre, sino hijo, que debió de nacer en torno a 1630 - 1635 y publicar sus primeros poemas en la treintena, y no a los sesenta años. Éste parece ser el Nicolás de Omazur, comerciante y poeta, que habría fomentado una intensa relación de amistad con el pintor, como refleja el hecho de que a su muerte, en 1682, encargara un grabado de su autorretrato.

El lienzo se inscribe en la tradición flamenca y holandesa, más que en la española, como se desprende de su formato oval y de la severidad moralizante de la representación, caracterizada por la presencia de una calavera o de una rosa, símbolos de la fugacidad de la vida. Nicolás de Omazur viste un traje negro, según la rigurosa moda española, cuyas únicas notas de color son la golilla almidonada y los puños de la camisa. Es admirable cómo el ropaje negro se funde en la oscuridad general del cuadro y obliga al espectador a detener la mirada en el rostro y las manos que sujetan la calavera. La captación de la psicología del personaje revela las grandes facultades de Murillo en un género en el que no abundan sus pinturas.