Año 1899
Óeo sobre lienzo, 89 x 93 cm Moscú, Museo Pushkin

Claude Monet - El estanque de los nenúfares (Los nenúfares blancos)

El cuadro del Museo Pushkin es uno de los primeros y más famosos paisajes de la serie de los Nenúfares. Es muy similar a la versión El estanque de los nenúfares, armonía verde, que se conserva en el Musée d'Orsay. La frondosa vegetación ocupa todo el cuadro, que queda sin cielo y sin línea de horizonte. En realidad, para designar obras de este tipo sería más correcto usar la expresión "panel decorativo", puesto que no estamos frente a una pintura de paisaje convencional. sino a una obra en la cual tienden a prevalecer valores de superficie, hechos realidad por la miríada de signos entrelazados que componen la escena.

En la década de 1910, Monet volverá a pintar esta parte del jardín con el puente japonés. En esa época, la materia pictórica del cuadro se habrá deshecho por completo y las formas del puente y la vegetación serán interpretadas como un auténtico torbellino de colores. Lionello Venturi escribía en 1939: "En esta serie, Monet, busca motivos excepcionales [...] se declara disgustado de todo lo que consigue con facilidad y hace prodigios de habilidad técnica. Los esfumados son homogéneos, rigurosamente concertados. Pero cuanto más se afinan los esfumados, menos conservan su vitalidad; cuanto más se cuida y se investiga la luz, menos se libera de una niebla que todo lo envuelve y que borra el objeto representado [...] Es verdad que el estudio de la luz en la serie es un programa científico, pero la realización pictórica revela tendencias sentimentales".