Año 1894
Óleo sobre lienzo, 107 x 73 cm París, Musée d'Orsay

Claude Monet - La catedral de Rouen, primer sol

Trabajo muchísimo, pero no puedo pensar en hacer otra cosa que la catedral. Es un trabajo enorme". Con estas palabras, Monet se confiaba al comerciante y amigo suyo Paul Durand-Ruel el 30 de marzo de 1893. No sabemos con cuál de estos lienzos estaba ocupado en esta fecha, pero, sea como fuere, podemos verlo de nuevo insatisfecho de la marcha del trabajo. Está claro que esta continua tensión que sufre Monet por lo que se refiere a la pintura forma parte de su natural temperamento. No hay apenas traza de satisfacción en la correspondencia, ni siquiera en los años en los que goza del aprecio del público. La catedral de Rouen, primer sol, una de las últimas variaciones sobre el tema realizadas en 1893-1894, está entonada en azul y amarillo.

La claridad de la luz aumenta de derecha a izquierda y desde un azul oscuro degenera, por un efecto decolorante del sol, en un amarillo diáfano y vibrante. Los contornos están indefinidos y el efecto es el de una visión metafísica. El punto de vista desde abajo confiere un sentido de monumentalidad a la fachada, que en la parte de la torre queda cortada fuera del encuadramiento. En las zonas altas de más luminosidad las formas tienden a ser engullidas por la luz.