Año 1662
Óleo sobre lienzo, 191,5 x 279 cm Amsterdam, Rijksmuseum Firmado y fechado "REMBRANDT F. 1662" (en el tapete que cubre la mesa); firma apócrifa "REMBRANDT F. 1661" (en la pared, arriba a la derecha)

Rembrandt - Los síndicos de los pañeros

En el cuadro se retrata a los miembros de una comisión del gremio de los pañeros, encargados de verificar la calidad de las telas que se producían y vendían en Amsterdam. Junto con otros cinco cuadros que ilustran el mismo tema, éste permaneció en la sede de la corporación hasta 1778, año en que fue trasladado al Ayuntamiento de Amsterdam; en 1808 fue entregado en préstamo al naciente Rijksmuseum.

Los personajes que aparecen en el cuadro han sido reconocidos con una discreta seguridad; para 1661-1662 existe una lista de los síndicos titulares, que luego se han identificado entre los per, sonajes retratados sobre la base de su edad y su posición social. El hombre sentado en el centro, ante un libro abierto, es el presidente de los síndicos, Willem van Doyenburg, rodeado de sus ayudantes. El personaje de pie, en segundo plano, es Frans Bel, el sirviente que vivía en el palacio del gremio y se ocupaba del mantenimiento. Su presencia fue impuesta a Rembrandt por los comitentes: en los retratos anteriores aparecía siempre entre los síndicos de los pañeros. La inserción de la figura de Bel causó a Rembrandt problemas compositivos, puesto que las radiografías del cuadro atestiguan que el maestro cambió su colocación varias veces. También fue objeto de replanteamientos la posición de la segunda figura de la izquierda, aprehendida en el momento de levantarse.

Esta actitud, que sirvió a Rembradt para articular la composición, ha dado lugar a una interpretación infundada según la cual los síndicos habrían sido retratados al término de una reunión, sorprendidos por un acontecimiento inesperado. En el fondo, en la boiserie, Rembrandt insertó un recuadro, apenas visible, con un faro iluminado por focos de señalización; es una alusión simbólica al papel de los personajes representados, que con responsabilidad habían de guiar la ruta del comercio.