1518-1520
Tabla, 405 x 278 cm Ciudad del Vaticano, Pinacoteca Vaticana

Rafael Sanzio - La Transfiguración

Menciona Giorgio Vasari que Rafael "quiso luego trabajar solo y sin ayuda de otros en la tabla de San Pietro en Montorio, de la Transfiguración de Cristo". La obra fue encargada a Rafael, quizá en 1516, por el cardenal julio de Médicis (el futuro papa Clemente VII), que pensaba enviarla, junto con la Resurección de Lázaro de Sebastiano del Piombo, a la catedral de Narbona, su sede episcopal. Por el testimonio de este artista, en una carta suya a Miguel Ángel fechada el 2 de julio de 1518, sabemos que en esa fecha Rafael todavía no había empezado su propia obra, que de todas formas estaba terminado el 6 de abril de 1520, día de su muerte. Una vez en posesión de la tabla, Médicis envió a Narbona solamente la pintura de Sebastiano, conservando la última obra maestra de Rafael, para la cual Gian Barile hizo un rico marco luego perdido. Cuando el cardenal Julio subió al solio pontificio, destinó la, obra a la iglesia romana de San Pietro in Montorio, donde permaneció hasta 1797, año en que fue trasladada a París. En 1815 fue devuelta y pasó a formar parte de las colecciones vaticanas.

Los diversos dibujos preparatorios hablan en favor de la plena autoría de Rafael. Aunque el artista tenía múltiples compromisos en calidad de arquitecto, de conservador de las antigüedades romanas y de "urbanista", el arte pictórico siguió ocupando un lugar privilegiado en su vida artística. Así, en esta obra Rafael logra unir dos episodios: el de la Transfiguración de Cristo en el monte Tabor, que ocupa la parte superior de la pala, y el de la parte inferior, donde se representa a los apóstoles aguardando la resurrección del Señor, así como el milagro del endemoniado (episodio que en los Evangelios sinópticos viene después de la Transfiguración pero sin relación entre ambos).