1506-1507
Tabla, 65 x 45,7 cm Florencia, Gallería Palatina del Palazzo Pitti

Rafael Sanzio - Retrato de Agnolo Doni

Menciona Giorgio Vasari que "viviendo [Rafael] entonces en Florencia, Agnolo Doni, que siendo tan moderado en otras cosas gastaba de buena gana, aunque ahorrando todo lo que podía, en cosas de pintura y escultura, que le complacían mucho, le encargó su retrato y el de su mujer, junto con Giovanbattista, su hijito, en la casa bella y comodísima que edificó el dicho Agnolo en Florencia, en el Corso dei Tintori, junto a la esquina de los Alberti". El retrato de Agnolo, junto con el de su mujer, Maddalena Strzzi, quedó en propiedad de sus descendientes hasta 1826, año en el que fueron comprados por el gran duque Leopoldo II de Toscana, entrando así a formar parte de las colecciones florentinas.

Doni, nacido en 1474, era un acaudalado comerciante en paños, que además de ocupar importantes cargos públicos en la época republicana, se distinguió por su pasión por coleccionar piedras preciosas y objetos antiguos y por su papel como mecenas de importantes artistas, entre ellos Fra Bartolomeo, Miguel Ángel (que realizó para él el famoso Tondo Doni actualmente en los Uffizi) y Rafael. Éste retrató a Agnolo ante el fondo de un límpido paisaje de manera que la figura del hombre destacase con los detalles de su vestimenta: las valiosas telas, junto con los anillos que adornan su mano izquierda, indican el rango del personaje. En el rostro, enmarcado por el agitado cabello castaño y un sombrero de paño negro, Rafael pone de relieve la penetrante mirada del hombre de negocios. Al dorso del retrato está representado el Diluvio mandado por Júpiter para castigar a la humanidad. Esta pintura, junto con la que aparece en el Retrato de Maddalena y que contiene el Renacimiento del género humano, se inspira en el mito de Deucalión y Pirra, que, salvados del diluvio, dieron vida a una nueva humanidad; el tema es una alegoría de la fecundidad adecuada para unos esposos, como los cónyuges Doni. Se ha identificado al autor de estas obras monocromas como el Maestro de Serumido.