1923
Óleo sobre lienzo, 205 x 174,5 cm París, Musée National Picasso

Picasso - La flauta de Pan

Picasso terminó esta obra en el verano pasado en Antibes con Olga y su hijo Paulo, nacido en 1921. Numerosos dibujos y bocetos al óleo, algunos fechados en 1920-1921, muestran la evolución del proyecto, que inicialmente preveía la inclusión de bañistas de ambos sexos en la obra. Volvió sobre el tema en 1922-1923, con algunas modificaciones. Picasso pensó en un grupo mitológico de cuatro figuras: dos amantes, quizá Venus y Marte, observados por un amorcillo y acompañados por las notas de un flautista, se sitúan en el mar o en un interior. Picasso acabó por realizar una obra mucho más solemne y monumental. Por la radiografía del cuadro, Danielle Giraudy ha podido verificar que se hicieron las cuatro figuras pensadas en la fase preparatoria y luego se recubrieron para dejar sitio sólo a los dos jóvenes. Las consecuencias de esta operación son evidentes, sin embargo, en las numerosas grietas que han quebrado la capa pictórica.

Se piensa que el primer proyecto, de cuño mitológico, era una alegoría del capricho veraniego de Picasso por Sara, la mujer del pintor americano Gerard Murphy. No obstante, el asunto debió de parecerle demasiado artificial para merecer una apariencia tan alegórica. Los dos jóvenes están a la orilla del mar, un mar liso y tranquilo, probablemente el Mediterráneo, bajo el sol del mediodía, ya que no hay sombras, aparte de la pierna del músico. La escenografía está compuesta por bloques de piedra que, como en el teatro, dan ilusión de profundidad. Los personajes no se comunican: el músico está concentrado en su instrumento, mientras el otro, de pose estática y un poco estudiada, mira hacia un punto ajeno a nosotros, absorto en sus pensamientos. Sencillez, grandiosidad y equilibrio caracterizan esta obra extraña y enigmática, cuyo verdadero significado aún se nos escapa.