1912-1913
Lámina e hilo metálico, 77,5 x 35 x 19,3 cm Nueva York, The Museum of Modern Art ©2004, Digital image, The Museum of Modern Art, Nueva York / Scala, Florencia

Picasso - Guitarra

En 1912 aparecen los primeros objetos de tres dimensiones fabricados con la técnica del montaje, en un momento en el que Picasso busca nuevos medios y lenguajes que le permitan ir más allá de las dos dimensiones que se concede a la pintura; esta obra se aleja de los límites espaciales de la pintura y al mismo tiempo contradice los hábitos de la escultura. Anteriormente, la escultura estaba dedicada predominantemente a la representación del cuerpo humano: era en unos materiales sólidos y duros donde el artista, por medio de la práctica de "quitar", modelaba y creaba.

En Guitarra, Picasso rompe con esta tradición, representando un objeto descontextualizado de su realidad cotidiana, valiéndose de unos materiales pobres y reciclados, un objeto que tomará el nombre de "construcción". El artista español no podía saber que su intervención tendría consecuencias decisivas para todo el arte del siglo XX.

En esta obra se han usado los materiales más imprevistos, con frecuencia muy humildes, a los que se debe su fascinación. La obra tiene las mismas dimensiones del objeto real, pero la forma ha sufrido manipulaciones: el interior ha sido seccionado, abierto, como se abren los objetos representados en el lienzo.

El vacío que generalmente se percibe a través del agujero del centro de la caja de resonancia es llenado por Picasso con un cilindro que puede verse en toda su tridimensionalidad. Este último recuerda la forma tubular de los ojos de algunas máscaras africanas. La escultura nos permite una percepción del objeto totalmente distinta. No sólo es posible ver la guitarra sino también analizarla, traspasándola y viendo su interior, su esencia como instrumento que produce sonido, música.