Año 1877
Óleo sobre lienzo, 174,5 x 172,4 cm París, Musée d'Orsay

Claude Monet - Los pavos

Realizado para los Hoschedé, este cuadro de grandes dimeniones figura un prado en el cual hay unos pavos picoteando. Las pinceladas se aplican en toques muy grandes que generan un efecto casi "dividido". El verde del prado se obtiene combinando múltiples tonalidades de verde a las que se mezclan tonalidades azul calero y azul marino. La espesa alfombra de hierba es interrumpida cromáticamente por el blanco de los enormes pavos, cuyo manto claro se realza con un empaste de pinceladas blancas, rosas, azules y verdes.

Hacia finales de la década de los setenta, Monet se dedica sobre todo al estudio de la influencia recíproca de los colores. Usa pinceles con anchas espátulas que le permiten mantener la diferenciación de las amplias pinceladas. De este modo, si se mira de lejos, el cuadro adquiere una neta definición que, sin embargo, se pierde completamente de observarse con atención y a poca distancia. El impacto emotivo es muy fuerte y el asunto sorprende por su carácter inhabitual: no es, efectivamente, una vista de jardín con animales de corral, sino un rapidísim zoom de una parte del prado dominada por grandes pavos que parece avanzar corriendo desde el primer plano, fuera del lienzo.