1820-1821
Óleo sobre pared, trasladado a lienzo, 123 x 266 cm Madrid, Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya - Asmodea

Otra de las Pinturas negras de la pieza del primer piso, en la Quinta del Sordo. La versión femenina de Asmodeo, el demonio bíblico derrotado por Tobías, tal vez relacionado con el genio persa de la ira Aesma Daeva, fue propuesta por los primeros exégetas goyescos basándose en el aspecto de la bruja envuelta en la capa roja y en analogías temáticas con la célebre novela del XVII El diablo cojuelo, del escritor español Vélez de Guevara, que sin duda conocería el pintor. Como el don Cleofás del Diablo, el hombre es arrastrado por los aires por un ser maligno y señala inútilmente hacia la roca con el dedo. En la naturaleza diabólica de la aparición coinciden también quienes prefieren titular genéricamente la escena Al aquelarre. Otra línea interpretativa ve una referencia a las circunstancias políticas, de las cuales sería aquélla una alegoría: la roca aludiría al Peñón de Gibraltar, refugio de los liberales desde el regreso de Fernando VII en 1820 y símbolo de resistencia contra la represión. Y otra más considera al hombre como la personificación de la Furia y a la mujer como la de la Guerra, el monte del fondo como la Razón y el edificio que lo corona, casi invisible en la lejanía, como la Paz.