Año 1873
Óleo sobre lienzo, 50 x 65 cm París, Musée d'Orsay

Claude Monet - Descanso bajo los lilos

En este cuadro, Monet experimenta con las posibilidades de variación de luces y sombras. La obra está modulada en una escala luminosa muy amplia: desde unas zonas completamente inmersas en la oscuridad, en la casi no se distinguen las formas, hasta otras muy luminosas en las que la luz vuelve confusos los contornos. Es un cuadro de gran refinamiento que no actúa inmediatamente sobre el observador, sino que requiere una minuciosa reflexión sobre la percepción de las desviaciones tonales. Las lilas con aspecto de espuma que salen de los arbustos son el punto en el que se concentra la nota cromática más alta del cuadro. La figuras en reposo bajo los arbustos, por el contrario, quedan casi engullidas por la sombra.

La indagación sobre la luz que lleva a cabo Monet será teorizada por los críticos defensores del impresionismo. Edmond Duranty explica de manera exhaustiva los presupuestos teóricos del grupo en el ensayo La Nouvelle Peinture. Á propos du Grupe el' Artistes qui expose dans les Galeries DurandRuel, de 1876. Émile Zola retoma el argumento en 1880, en un artículo publicado en Le Voltaire y titulado "Le naturalisme au Salon": "Hoy, nuestros jóvenes han dado un nuevo paso hacia la verdad, sumergiendo los objetos en la luz real del sol y no en la falsa del taller, como el químico, como el físico, que acuden a las fuentes, situándose en las condiciones mismas de los fenómenos. Desde el momento en que se quiere crear la vida, es preciso tomar la vida en la totalidad de sus mecanismos. De aquí, en pintura, la necesidad del plein air, de la luz estudiada en sus causas y en sus efectos".