1934
Pastel, 108,9 x 73 cm Colección particular

Miró - Mujer

Se percibe un cambio radical en el estilo de Miró en este momento histórica y políticamente difícil para el país. Las reformas políticas llevadas a cabo en España no tenían sólidas bases; en 1934, los conservadores obtienen una victoria electoral a la cual siguieron desórdenes que anunciaban la derrota de la joven República que desembocarán, en 1936, en la Guerra Civil. La aguda sensibilidad del artista presagia la imposibilidad de una solución pacífica que pueda conducir al equilibrio entre las clases; sus miedos se materializan y toman cuerpo en su arte. Es ejemplo de ello una serie de grandes pasteles que preludian los que el artista mismo definirá como "cuadros salvajes": personajes, sobre todo femeninos, de rostro monstruoso y desesperado. Especialmente en este pastel se reconoce una extraordinaria fuerza expresiva, acentuada por el uso de las sombras y por los colmillos semiabiertos que hacen pensar en una figura gritando cuyo clamor resuena ensordecedor en el universo, simbólicamente representado por la estrella a la izquierda. La importancia dada a la connotación sexual hace pensar en una alusión a un ídolo primordial de la feminidad, tal vez referido a la propia España herida. El fondo raspado contribuye a la representación de las sombras y los volúmenes, que confieren una aspereza todavía mayor a la escena. El empleo de esta técnica tuvo probablemente un papel en la vuelta al claroscuro y en un diferente tratamiento del color, rasgos que harán su aparición con mayor fuerza en los cuadros que seguirán.