Año hacia 1469
Óleo sobre tabla, 15,7 x 12,8 cm Washington, Nacional Gallery of Art, Kress Collection

Leonardo da Vinci - Virgen de la Granada (Madonna Dreyfus)

Esta obra, que no ingresó en la colección Kress hasta 1951, ha tenido una trayectoria muy discutida por lo que se refiere a las atribuciones, con oscilaciones entre Andrea del Verrocchio, su taller y Lorenzo di Credi. Es aceptada por la crítica contemporánea como la primera obra de Leonardo.

En efecto, la tablita deja ver la mano de un alumno de Andrea todavía inmaduro pero dotado de gran talento, que bien pudo ser Leonardo aún antes de cumplir veinte años. Para convencerse de ello basta compararla con una pintura conservada en el monasterio de los Camaldulenses, semejante en impostación y asimismo procedente del taller de Verrocchio›, pero de una mano completamente distinta y quizá más débil. Existe en Dresde un dibujo a punta de plata, atribuido a Lorenzo di Credi, que hay buenas razones para considerar como una idea para esta pintura. Esto, sin embargo, no debe inducirnos a pensar que la Virgen de la Granada haya de atribuirse a este último; antes bien, refuerza la idea de que era práctica habitual en un taller utilizar los mismos estudios para realizar cuadros, que se convertían en bancos de prueba para aquilatar las dotes del alumno.

Las dos figuras, aun mostrando una gran dulzura y "amorosas intenciones", no aparecen todavía bien relacionadas entre sí; la Virgen parece mirar la granada y el Niño ofrece a la madre un trozo de la fruta que acaba de arrancar. El acorde cromático es armonioso, una variante de rojo que casa bien con un azul tenue. El rostro de la Virgen emerge de un fondo oscuro, probablemente una pared, entre dos ventanas de forma rectangular que abren a la mirada un paisaje que todavía es sólo en embrión el típico leonardesco.