1890
Oleo sobre lienzo, 50,5 x 103 cm Amsterdam, Van Gogh Museum

Vincent van Gogh - Campo de grano con cuervos

En febrero de 1890 Van Gogh había escrito desde Saint-Rémy impulsado por la necesidad de hacerse "disculpar por el hecho de que mis cuadros son casi un grito de angustia" (carta a Wil 20, mediados de febrero de 1890). El traslado a Auvers le había dado sosiego en un primer momento, gracias a la amistad con el doctor Gachet. Además, sus cuadros, expuestos en el Salón de los Independientes y en Les XX, en Bruselas, estaban empezando a hallar respuesta favorable y Theo había tenido un hijo, al que habían llamado Vincent. A principios de julio, sin embargo, las cosas se volvieron a precipitar. Theo tuvo serios problemas profesionales y su mujer y su hijo cayeron gravemente enfermos. Vincent fue a verlo a París, pero las preocupaciones de su hermano le arrebataron las seguridades que tanto trabajo le había costado reconquistar. Siempre había vivido su dependencia económica respecto de Theo con un sentimiento de culpa y el desconsuelo hizo renacer en él el terror de nuevas crisis. Llegó incluso a romper las relaciones con el doctor Gachet, quedándose por tanto completamente aislado. La tarde del 27 de julio salió al campo y se disparó un tiro de pistola; murió al cabo de dos días, asistido por su hermano. El Campo de grano con cuervos, junto con la Iglesia de Auvers, puede ser considerado como su testamento artístico y espiritual. Pintado pocos días antes de su suicidio, revela el drama existencial de su autor. A pesar de que reaparece la combinación amarilloazul, ha perdido su nota alegre. El lienzo está dominado por una atmósfera oscura, cargada de presagios, y el vuelo de los cuervos no alivia en modo alguno la tensión. Los pigmentos, sobrecargados, están aplicados con una pincelada quebrada y angulosa. Habían pasado cinco años desde la realización de los Comedores de patatas, su primera obra importante. La trayectoria artística de Van Gogh fue brevísima y su evolución fulminante.