1889
Óleo sobre lienzo, 63 x 53 cm Moscú, Museo Pushkin

Vincent van Gogh - Retrato del doctor Rey

Afinales de diciembre de 1888, la breve convivencia de Van Gogh y Gauguin acabó en tragedia: en la culminación de un estado de gran tensión, Vincent se cortó la oreja derecha con una navaja de afeitar. Félix Rey fue el médico que lo curó, haciéndose luego amigo suyo. Cuando le explicó que el abuso del alcohol y el tabaco no había sido precisamente un beneficio para su salud, Vincent le contestó que un poco de exaltación le había sido imprescindible para la realización de sus empeños artísticos.

La obra presenta algunas características comunes con la Mecedora, sobre todo en la adopción del fondo decorativo, pero carece del valor simbólico del otro cuadro. El médico aparece de medio busto, con una chaqueta azul en parte desabrochada y un cuello blanco. En la ejecución de esta obra, Van Gogh ha desobedecido en parte los dictámenes de Gauguin y el sintetismo: no se adopta de manera sistemática el contorno negro que encierra todas las superficies. En el borde y el bolsillo de la chaqueta es sustituido por un ribete rojo; en el rostro queda atenuado, decididamente menos pesado que en el retrato de madame Roulin y en algunos lugares, como la oreja, llega a desaparecer por entero. También la pincelada libre y variable forma parte de las características de Van Gogh: el azul de la chaqueta es tratado de manera irregular, mientras que las marcas del pincel se mimetizan con la barba y el cabello. El artista, naturalmente, se ha centrado en el rostro, a plena luz, mostrándonos con precisión los rasgos del médico, la nariz pronunciada, la boca pequeña y carnosa, la frente alta y los ojos oscuros.