1888
Oleo sobre lienzo,

73 x 92 cm

Otterlo, Króller-Müller Museum

Vincent van Gogh - Les Alyscamps

Los Alyscamps eran un paseo de Arles al que Van Gogh iba con frecuencia a pintar en el otoño de 1888 en compañía de Gauguin. El artista recurre nuevamente a las soluciones del arte japonés: la calle está tomada desde un punto de vista insólito, con una fuga diagonal, cuya perspectiva hacen destacar aún más la colina parcialmente visible a la derecha y las filas de bancos alineados a los lados del paseo. Incluso los troncos ahusados que aíslan la calle del paisaje que la rodea, transformándola en una especie de ambiente protegido, ponen de relieve la dirección que sigue. Al igual que los bancos, se convierten en un elemento rítmico que acompaña nuestra lectura de la imagen. Sus siluetas planas, a la japonesa, cortada por el borde superior del lienzo, pasar a ser un elemento ornamental. Las figuras de los paseantes son también poco más que siluetas decorativas; la del hombre se ha dejado incluso en fase de boceto, con la parte inferior del cuerpo apenas esbozada. La original organización del cuadro, su perspectiva acelerada y la neta oposición de líneas verticales y diagonales, es acompañada de un colorido igualmente enérgico. Van Gogh yuxtapone una serie de masas de colores fuertes y contrastantes, extendidos de manera rigurosamente bidimensional, equilibrio de zonas cálidas y frías: la dominante roja del paseo, sostenida por el marrón de la ladera de la colina, se alterna con los azules y verdes de los árboles, los bancos y el escorzo, monocromo e irreal, que se abre a la izquierda. Esta pintura, vigorosa e icástica, es una de las obras en las cuales es más visible la influencia del arte japonés.