1882
Acuarela, 32 x 50 cm Otterlo, Króller-Müller Museum

Vincent van Gogh - Mujeres con sacos de carbón

En 1879, Van Gogh marchó al Borinage, una región minera de Bélgica donde los trabajadores vivían en condiciones miserables. Impulsado por una fuerte vocación religiosa, había frecuentado un seminario de predicación y había logrado que le dieran un cargo de seis meses en la Escuela Evangelista de Bruselas. Animaban al futuro pintor los ideales del humanitarismo cristiano a los que se adhería su padre, pastor protestante, pero, por causa de un celo que rozaba el fanatismo, no se le renovó su mandato. Vincent había decidido compartir plenamente su vida con los mineros, viviendo en una barraca, durmiendo en el suelo y ayunando, e incluso bajaba a predicar a la mina. Hizo numerosos dibujos de trabajadores, e incluso pasados tres años el recuerdo de la vida en el Borinage era aún muy vívido. Había también precedentes pictóricos de este tipo de representaciones distantes de las escenas idealizadas de la pintura campesina de Millet en el ámbito realista, pero la obra de Van Gogh muestra la intensidad del que ha asistido personalmente a estas escenas. El artista, además, era un apasionado lector del historiador victoriano inglés Carlyle, que predicaba una "filosofía de la ropa usada": los camuflajes folclóricos y el traje de los domingos carecían de autenticidad, mientras que la ropa realmente usada, vivida, conservaba dolores, felicidad, pasiones.

A finales de 1881, Vincent se había trasladado a La Haya, empezando a tomar clases con Anton Mauve, su primo político y destacado exponente de la escuela pictórica que llevaba el nombre de la ciudad. El artista, todavía en sus comienzos aunque dibujaba desde hacía tiempo, realizó bajo su supervisión los primeros cuadros al óleo, pero sobre todo numerosas acuarelas. El folio de Otterlo tiene en color y estilo ecos de la obra de Mauve, el cual, acorde con los colores de la tierra holandesa, yuxtaponía habitualmente grises, marrones, blancos sucios