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Fresco, base 770 cm aproximadamente, Ciudad del Vaticano, Estancia de la Signatura

Rafael Sanzio - La Escuela de Atenas

No menos imaginativa y revolucionaria con respecto a la Disputa del Sacramento fue la elección de celebrar, con el fresco de la Escuela de Atenas, en la pared opuesta, la búsqueda racional de la verdad que, en aquellos años de apertura a la sabiduría antigua, armonizaba con la verdad revelada del cristianismo. Así, en una arquitectura grandilocuente y de impronta clásica, que hallaba su inspiración en los proyectos contemporáneos de Donato Bramante para el nuevo San Pedro, aparecen filósofos y sabios de la Antigüedad dominados, en el centro de la escena, por las figuras de Platón, que señala con la mano al cielo, y de Aristóteles, con la diestra extendida hacia la tierra.

Los gestos de ambos, como los de los demás doctos y sabios, son expresivos de sus obras y de su pensamiento y es notable que Rafael haya optado por distribuir a los personajes en grupos, unos grupos que se dedican a debatir cuestiones de orden filosófico. Aún más que en la Disputa del Sacramento, en la Escuela de Atenas se retrata a personajes contemporáneos en figura de sabios de la Antigüedad. Si en la figura de Platón se ha creído reconocer a Leonardo da Vinci, en la extrema derecha se han identificado el retrato del Sodoma di Bramante y el autorretrato de Rafael; en la parte izquierda de la escena aparece Francesco Maria Della Royere, mientras que en la figura de Heráclito, sentada y apoyada con el codo izquierdo en el primer peldaño de la escalinata, figura añadida en un segundo momento, Rafael representó a Miguel Angel, el cual acababa de descubrir por aquellas mismas fechas la mitad de la bóveda de la Capilla Sixtina, encargada por el pontífice Julio II.