1961-1962
Óleo sobre lienzo, 116 x 89 cm Mougins, Colección Picasso

Picasso - Jacqueline con la cinta amarilla

El 25 de octubre de 1961 Picasso cumplió ochenta años. Se hicieron grandes celebraciones en la Costa Azul y en Madrid. En España, la fama del artista era menor que en otros países, debido a las tensas relaciones con el régimen de Franco. Con todo, para honrar al artista Madrid organizó una muestra de más de 200 dibujos. Pero los festejos más inhabituales fueron los de la pequeña población de Vallauris, en la Costa Azul, que gracias al pintor recuperó la tradición ceramista local. Durante dos días, el pueblo se paró para homenajear al pintor. El eje de la celebración fue una corrida que tuvo lugar en una de las plazas de la ciudad y en la que participaron toreros famosos: Dominguín, Ortega y Vázquez. Durante todo el invierno, Picasso fue homenajeado en diversos museos y ciudades del mundo, de Francia a Estados Unidos. Exposiciones, veladas de gala, ballets y conciertos lo tuvieron alejado de su tranquila residencia de Mougins. Entre un acto y otro gustaba de refugiarse en la quietud de la Riviera para crear obras de intimidad familiar y conyugal. Su mujer, Jacqueline, fue uno de sus temas favoritos de esta época. Aquí aparece sentada junto al perro Kabul II, en la atmósfera acogedora de un día en familia. Picasso la retrata con un sencillo vestido azul sobre el que destaca la cinta entrelazada a los cabellos. El tono gris azulado del perro y del fondo y más vivo e intenso del vestido de Jacqueline recuerdan los utilizados en la Época Azul. El rostro, aun deformado, sigue siendo perfectamente reconocible.