1918
Óleo sobre lienzo, 92,7 x 73 cm Nueva York, The Museum of Modern Art © 2004, Digital image, The Museum of Modern Art, Nueva York / Scala, Florencia

Picasso - Pierrot

Los retratos de Arlequín y Pierrot que Picasso ejecutó en esta época sufren la influencia de la escenografía que acababa de hacer para el ballet Parade. A ella se debe la opción estilistica de representar al modo tradicional a la máscara de Pierrot. El pathos de esta obra es el mismo que animaba las melancólicas figuras de los saltimbanquis. Como ellos, la máscara francesa es representada aquí sin energía, fatigada y desorientada. Tiene la mirada perdida en el vacío y la cabeza ligeramente inclinada. La severidad del rostro contrasta con la riqueza y la primorosa ejecución del elegante mantel que ocupa la parte derecha de la composición. La greca de dibujo vegetal que decora la pared de detrás recuerda mucho la del café parisiense que albergó Arlequín y su compañera al principio de la Época Azul. El traje de Pierrot, de representación manierista, recuerda por sus pliegues apretados y rígidos los ropajes de Tres mujeres en la fuente. La nostalgia y la melancolía que se respiran en esta obras no se deben sólo a la actitud de Pierrot; al parecer, el propio Picasso se identificaba con esta figura carente de morada, que vaga siempre de una tierra a otra.