1913
Óleo sobre lienzo, 148 x 99 cm Nueva York, The Museum of Modern Art ©2004, Digital image, The Museum of Modern Art, Nueva York / Scala, Florencia

Picasso - Mujer en camisa

En el otoño de 1913, Picasso realizó una obra que conjuga los colores del cubismo analítico y la estructura esquemática del cubismo sintético. El sujeto es una mujer desnuda, sentada en un gran sillón que se destaca del fondo, anónimo y neutro, merced a la pesada línea de contorno que define y delimita la figura. Las uniones de los distintos planos están tan profundamente dibujados que semejan pliegues; no hay en esta obra ninguna voluntad por parte de Picasso de disimular la técnica del cubismo sintético. Se yuxtaponen rígidas y lineales formas geométricas a retales que emulan encajes, flecos y terciopelos: los tonos cálidos, las líneas curvas y la cómoda butaca que envuelve el cuerpo de la mujer dan a esta composición un aspecto familiar, alejado de las composiciones, más frías y abstractas, del cubismo sintético. A pesar de que la figura resulta dificil de descifrar, el amplio regazo de forma ovalada y los senos clavados y colgantes, similares a los collares usados por los indígenas africanos, le confieren el primero una maternal feminidad y los segundos un sensual erotismo. Así se refiere a la obra Paul Éluard, poeta y amigo de Picasso, después de haberla visto: "La masa enorme y escultórica de la mujer sentada en la butaca, la cabeza tan grande como la de la Esfinge, los senos clavados al pecho, contrastan maravillosamente con el rostro de rasgos diminutos, los cabellos ondulados, la axila deliciosa, las costillas salientes, la camisa vaporosa, la butaca mórbida y confortable, el periódico cotidiano". La composición se carga de símbolos que aluden a la vida de todos los días, como el periódico, el sillón y las distintas telas, trastocados también por esta representación monumental. Esta obra se puede considerar como representante del momento en el cual el cubismo analítico se cierra para dejar paso al sintético.