1909
Óleo sobre lienzo, 81,6 x 65,4 cm Nueva York, The Museum of Modern Art ©2004, Digital image, The Museum of Modern Art, Nueva York / Scala, Florencia

Picasso - Naturaleza muerta con botella de licor

El último cuadro que Picasso realizó en Horta de Ebro, Naturaleza muerta con botella de licor, muestra la evolución del artista desde un cubismo todavía ligado a la representación de lo real hasta un cubismo más estrictamente analítico. Esta naturaleza muerta se diferencia de las que aparecen en Mujer con peras y en Mesa con pan y frutero por la descomposición de los planos en pequeños fragmentos. Prefigura las obras de 1910, en las que los objetos concretos casi no serán identificables. Inicia así una tendencia a un hermetismo que será erróneamente interpretado por algunos como abstracto. Antes bien, el vínculo con la realidad es siempre muy fuerte en la obra de Picasso. Los caracteres tipográficos, los elementos identificables y la inserción de materiales tomados del espacio cotidiano son síntomas de un arte que quiere cualquier cosa menos la abstracción y que, por el contrario, busca recomponer las diminutas facetas mediante las leyes interiores y exteriores de las cosas y de las personas representadas. Éstas son sentidas y vistas en su esencia volumétrica y en su existencia en el espacio. En este cuadro, efectivamente, se puede reconocer claramente, a pesar del fraccionamiento analítico de los volúmenes y de los planos, la botella de licor.