1909
Óleo sobre lienzo, 92 x 73 cm San Petersburgo, Museo Estatal del Ermitage

Picasso - Mujer con mandolina

En el otoño de 1908, Picasso y Braque empezaron a manifestar un profundo interés por la música, por los instrumentos y sobre todo por los músicos. La elección del instrumento musical como tema y objeto de estudio de muchas obras cubistas se debe probablemente a sus características formales. El elemento rígido del instrumento se pliega a las mil deformaciones de la composición, fundiéndose y reflejándose en los demás elementos representados en el cuadro. La forma de algunos instrumentos tales como el acordeón y el piano, ya citado, dan al pintor la oportunidad de ejecutar imaginativas subdivisiones rítmicas del espacio. En especial el violín, la guitarra y la mandolina tienen una forma que, además de asemejarse a la de las mujeres que los abrazan, permite introducir unos intervalos en unas apretadas composiciones compuestas por fragmentos geométricos angulosos y piramidales, con algunas líneas curvas, como las de la caja de resonancia y las del extremo del mástil. Mujer con mandolina constituye un claro ejemplo de ello. De hecho, es evidente la correspondencia entre la forma de la cara de la mujer y el instrumento. El cuadro resulta de una elegancia y de un equilibrio asombrosos por la gracia con que la mujer toca las cuerdas del instrumento y por la dulzura del rostro.