1820-1821
Óleo sobre pared, trasladado a lienzo, 123 x 266 cm Madrid, Museo Nacional del Prado

Francisco de Goya - Lucha a garrotazos

Se trata de una de las Pinturas negras realizadas en los muros de la pieza del primer piso, en la Quinta del Sordo. Muy estropeada por haber sido arrancada de la pared con una técnica rudimentaria, acusa muy notables pérdidas y lagunas de color: la comparación con las fotografías tomadas antes de pasarla a lienzo y los exámenes radiográficos han confirmado que las figuras se han quedado casi transparentes y han perdido las piernas por debajo de las rodillas en el proceso. Todas las pinturas de la Quinta del Sordo, unas más y otras menos, han sufrido la suerte de resultar gravemente dañadas en dicho proceso y en la posterior restauración. Hay una indicación costumbrista, representada por la supervivencia (en la época de Goya) de peleas semejantes en Cataluña y Aragón, igualmente libradas a garrotazos y abocadas a terminar con la muerte de uno de los dos contendientes. Naturalmente, a Goya no el interesa el folclore por sí mismo, ni siquiera cuando es tan cruento, sino que la elección del tema deviene simbólica y monumental: en el silencioso y profundo anfiteatro de las sierras, los dos hombres libran una lucha feroz y ritual y se golpean con indiferencia, impulsados por un mecanismo ancestral de destrucción recíproca.