1932  
Óleo sobre lienzo, dimensiones desconocidas Colección particular

Dalí - La persistencia de los recuerdos

Este cuadro se expuso por primera vez en la muestra celebrada entre mayo y junio de 1832 en la galería de Pierre Colle, en París. En la misma exposición figuraba el cuadro Alucinación parcial: seis apariciones de Lenin sobre un piano, que no dejó de suscitar escándalo. Tiene lugar en este momento un giro en el método seguido por Dalí para crear las imágenes de sus cuadros, según el principio detalladamente explicado en La conquista de lo irracional, publicado en 1935, que se objetiva en lo que él denomina "exploración sistemática de lo irracional". Ya no sólo, pues, el puro automatismo psíquico, los sueños, el ideografismo instintivo, sino un nuevo procedimiento que sistematice las imágenes de la irracionalidad a la luz del "método paranoico crítico". El fondo de esta composición está constituido por el paisaje familiar de Port Lligat, del que destacan algunos objetos que se repetirán a menudo en la obra de Dalí: el ciprés y los huevos fritos. Éstos, junto con el pan, el tocino y las chuletas, forman parte de la constelación de metáforas relativas a la alimentación y al sexo que se condensa en la paradójica afirmación del artista "la belleza será comestible o no será". En primer plano, la singular repetición de un cuadro de 1928, Composición surrealista a la que años después el autor dio el título, mucho más sugerente, de Piel de oca inaugural, donde aparecen esos curiosos capullos blanquecinos que se ven en una playa frecuentada en su infancia, la "Playa Confitera", cuyo nombre recuerda esos peculiares guijarros que parecen confites.