1983
Óleo sobre lienzo, 73 x 92,2 cm Figueras, Fundación Gala-Salvador Dalí

Dalí - La cola de golondrina (Serie de catástrofes)

Éste es el último lienzo pintado por Dalí, que tras la desaparición de Gala en junio de 1982 vivió retirado en la residencia de Púbol hasta su muerte. Una famosa fotografía de marzo de 1983 lo retrata delante de un caballete en el cual está precisamente este cuadro; sentado en una curiosa butaca de altísimo respaldo, el pintor lleva un caftán blanco de bordes recamados y un gorro igualmente original, fiel hasta el final a su amor por la extravagancia y la teatralidad, que jamás disminuyó en él. Algunas de sus últimas obras, entre ellas ésta, se inspiran en los estudios del matemático francés René Thom, inventor de la "teoría de las catástrofes", un modelo teórico para explicar algunos fenómenos naturales, expuesta por el científico en la obra Modeles mathématiques de la morphogenése. El artista se sumergió de una manera muy personal en estas complejas construcciones matemáticas, creyendo hallar una confirmación de la verdad de ciertas "visiones" suyas relativas al origen geológico del Rosellón y al valor de modelo absoluto que había reconocido a la estación de Perpiñán, en realidad bastante corriente. Sorprende en este cuadro la pureza casi abstracta de la composición; unos pocos signos, que recuerdan las representaciones gráficas de las funciones matemáticas, ocupan la superficie pictórica, en la cual flotan algunas efes, similares a las hendiduras sinuosas de la caja de los violines. Por seguir en el terreno de los signos matemáticos, estas elegantes efes alargadas son también el símbolo de la integral; sin embargo, Dalí estaba desde luego pensando también en este instrumento musical, pues en el margen izquierdo del lienzo, arriba, ha representando precisamente un violín. El mismo signo es utilizado con elegante ironía por Man Ray, que lo trazó en los costados de la exuberante modelo de su Violín de Ingres.